En un lugar de esta mesa, en un rincón muy reservado, muy escondido, casi como un tesoro viene escrita una clave, es la fórmula para comprender la pieza. Muy pocos la han encontrado. Las artistas que la diseñaron, los grupos que la cocrearon y hasta Don Enrique que la fabricó dicen que no entienden cómo fue que un lema quedó grabado y oculto para el que sólo quiere ver y no mirar. Parece un enigma pero los pocos que la han desentrañado afirman que la frase dicta lo siguiente: “Escuchar es difícil”.

Esta mesa tiene la cualidad de haber sido creada con el talento de artistas que dieron forma a la voz de grupos comprometidos con diversas causas. La mesa nació con múltiples padres y madres. Una vez terminada, esta maravillosa pieza, vivió en el Centro Histórico de la ciudad. Ahí donde late la entraña de nuestro país, ahí junto al templo mayor y al amparo de la catedral. Ahí, múltiples voces, hablaron.

Nuestra mesa ha guardado fielmente todas esas revelaciones, esos lamentos y hasta las alegrías que le fueron confiadas. Hoy se hospeda en La Mexicana, un parque al poniente de la ciudad donde amablemente le reservaron un lugar idóneo en el corazón mismo del parque, y con la gracia de alojar un árbol en el centro, que le da todavía más fuerza. El Irminsul, el poste cósmico, la columna sagrada. Nuestra mesa está conectada con lo divino como un axis mundi a la manera como lo hacían innumerables culturas tradicionales.

A nuestra mesa no le falta nada, sólo resta que nos sentemos en derredor, que permitamos su encantamiento, que aceptemos su invitación y participemos en un tema crucial. Las preguntas que nos hace son intentos por definir la justicia y también son una invitación a apropiarnos del tema y de generar propuestas. Se trata de escucharnos decir y de escucharnos responder, quizá hasta de escucharnos dialogar, escucharnos conciliar y escucharnos pactar.  

Yo podría decir que soy afortunada de ser invitada a este ágape. Como voz de Parque Arte y de la mano de mi socio, Luis Romahn, estoy profundamente agradecida con el equipo que formamos con miembros de la Fundación del Centro Histórico, de Metropolitan Group, de La Mexicana y de Vans. Un agradecimiento especial para Christiane Hajj y Valerie Benatar que sin haber podido venir a la inauguración, están con nosotros. Gracias a Itziar de Luisa, a Ana de Murga, a David Hernández, a Rodolfo Córdova, a Ximena Canseco, a Elizabeth Álvarez y a Marco Antonio Corona.

Parque Arte nace del deseo de preservar el espacio público, de ampliarlo y de recrearlo. Espíritu del lugar y arte; Naturaleza y cultura: dos formas de belleza que nos convocan y nos ofrecen una vida buena, una vida deseable.  

– Ana Barberena