Conduciendo desde el Parque Fundidora hacia el centro, se puede reconocer una estructura que intriga. Parece un puente pero no se le distingue un sólido soporte. ¿De qué está hecho?

En un viaje a Monterrey que lleva como propósito la gestión de la participación de Parque Arte en el próximo Congreso Mundial de Parques Urbanos (noviembre, 2022) tuvimos la oportunidad de visitar el emblemático parque regiomontano y no quedamos exentos de sorpresas al conocer un original monumento.

Me refiero al Puente de Cristal, como comúnmente se le conoce al Paseo de la Mujer Mexicana. Se trata de un un emplazamiento de círculos concéntricos cada vez más cerrados que imitan un gran vórtice, y que van atravesados, por encima, por un enorme puente de cristal. La composición juega con la línea curva de los caminos centrípetos y la línea recta que sobrevuela el centro.

La obra fue sometida a concurso desde el año 2005 por parte de  la Fundación México Monterrey A.C. ¿Cómo hablar de las aportaciones de la mujer en la construcción de México?, ¿cómo expresarlo a través del espacio? El proyecto ganador fue el de la arquitecta Susana García Fuertes, quien con la colaboración de Rafael López Corona y María Guadalupe Domínguez Landa, generó una obra que ha resultado uno de los rincones más icónicos del parque.

Como parte de la obra – ubicadas en el camino exterior – se encuentran las estelas de cristal donde se han plasmado los nombres de ilustres creadoras en los ámbitos artístico, científico, académico, civil y político. Mujeres que han contribuido al modelado de nuestro país y que no han sido, en muchos casos, reconocidas.

Discreto, así es el Paseo de la Mujer Mexicana. Discreto y profundo. Hace falta calma para descubrirlo; hace falta curiosidad para perderse en los jardines que escoltan el camino; hace falta arrojo para suspenderse en la ligereza de ese puente etéreo; hace falta, por último, imitar a Monterrey en este reconocimiento único. Fantástico.

• Imagen tomada de la página de Facebook del Parque Fundidora