La cultura en la sala de terapia intensiva
La agenda 2030 es la iniciativa a nivel mundial que busca homologar esfuerzos y atender a los problemas más acuciantes del planeta desde una manera integral. Concretada en el año 2015, los 193 países miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) firmaron el acuerdo de atender a 17 objetivos clave entre los que se encuentra el cambio climático, la pobreza, el desarrollo sustentable, entre otros.
La cultura no es parte de la agenda 2030. Quizá por tener el riesgo de generar polémica, quizá porque a ojos de las principales autoridades del mundo, no requería una atención especial. La realidad es que la cultura no aparece en el acuerdo general.
De este lugar de aparente salud, la cultura, pasó de golpe a la escena mundial y en estado de gravedad. Ernesto Ottone Ramírez, subdirector general de cultura de la UNESCO, (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) hablando desde FACYL (Festival Internacional De Las Artes y La Cultura de Castilla y León) y en conversación con Ángel Mestres, compartió datos como los siguientes: Desde el 2012 la cantidad de museos a nivel mundial ha aumentado un 60% y, después de la pandemia, un tercio de los museos del mundo corre el riesgo de cerrar definitivamente. El programa dirigido por Ottone que actualmente está atendiendo la situación de la cultura en el mundo es Resiliart. El nombre parece ser el más apropiado en una situación donde la prioridad es la sobrevivencia.
Desde este difícil panorama se ha dado un encuentro de gran valor. De forma inédita se reunieron, el pasado mes de abril, 180 ministros de cultura de todo el mundo en un foro virtual dirigido por la UNESCO. ** Representantes de todo el mundo se dieron cita para establecer un diálogo propositivo en torno en la cultura. Algunas de las iniciativas que se nombraron son las siguientes: ayuda económica a trabajadores desempleados, disminución de la carga fiscal para empleados relacionados con las industrias creativas y culturales, diálogo y protección a artistas, entre otras. Y para pensar en el largo plazo, Ottone habló de la necesidad de fortalecer las políticas públicas que apuntalen la cultura a través del tiempo.
Una de las ideas más mencionada en el foro del pasado mes de abril es la cultura y su don para sanar. El ministro de cultura de Argentina, Tristan Baue, insistía que la cultura es justamente el mejor remedio en tiempos de crisis. La situación es reveladora y desconcertante a la vez: el mundo entero tiene a su gran sanadora, la cultura, a la que necesita hoy más que nunca, en la sala de terapia intensiva.
** El año pasado (2019) se realizó en abril el foro de ministros de cultura. El encuentro fue presencial y se llevó a cabo después de 21 años en que se había organizado el último encuentro de este tipo.