Parece impensable lograr hacer un viaje al Mictlán. “Alumbra”, una asociación que promueve lo logró en las festividades de muertos del año pasado. A pesar de las dificultades propias de la pandemia, esta asociación que contagia luz y genera conciencia en torno a las cualidades de la iluminación, hizo el milagro de la mano de otra asociación hermana: “Imaginalco”.

La propuesta tiene valor especialmente porque se llevó a cabo un profundo trabajo con la comunidad. Como parte del interés de “Alumbra” está la planeación de una obra que se lleva a cabo con los propios habitantes de las distintas localidades. 

En la forma de un laboratorio, se destina un tiempo, aproximadamente de dos semanas, para explorar interesases, generar e intercambiar ideas. A partir de que finaliza este periodo de incubación, los participantes se abocan a la tarea de crear la obra que los represente.

En el caso del día de Muertos en Malinalco, se transformaron tres automóviles de la comunidad en carros alegóricos a la vez que instalaciones lumínicas. Material de desecho, objetos varios, disfraces, pintura y todo tipo de añadidos fueron el material utilizado. La luz en forma de series fue la gran amalgama que unió la creatividad, los recursos y el espíritu del pueblo.

El resultado fue un brillante y colorido evento. Una alegre fiesta en tiempos de pandemia que a la vez que puso en relieve el impulso creativo de la gente, nos recordó que en tiempos de aislamiento, el reencuentro es doblemente grato: creatividad y comunidad exponenciadas.

 * www.alumbra.org. Foto Teresa de Miguel